LA SABIA DE CORIA

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CAPÍTULO VI

ORIENTACIONES Y CONSEJOS SOBRE LAS OBRAS Y SERVICIOS DE AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO


1.     Recordad que para perder imperfecciones, que siempre hay, y para aumentar en virtudes, fortaleza, paciencia y amor a Dios, tenéis que hacer las obras y servicios a Dios y al prójimo que os resulten más trabajosas y sufridas, que son con las que más perfección se alcanza.


2.     Sabed que no importa tanto a Dios la cantidad y calidad de vuestras virtudes y buenas obras como que se las hagáis solamente por amarle, honrarle y glorificarle, totalmente olvidadas de premio y castigos.


3.     Recordad que la oración y los buenos deseos no son suficientes para alcanzar la perfección, también es necesario que hagáis buenas obras si no queréis entrar a formar parte de todas esas personas que con buenos deseos no llevados a la práctica llenan el mundo.


4.     Servid y obrad intentando imitar a Jesucristo en la mortificación, el sufrimiento, la resignación, la humillación, la soledad y el perdón a todos.


5.     Remediad con vuestros servicios y obras de amor a Dios y al prójimo los daños y perjuicios consecuencia de la exclusividad injusta del egoísmo.


6.     Sabed que vuestras obras y servicios no tendrán ningún sentido si no las empleáis en imitar a Jesucristo.


7.     Enseñad con vuestras obras, servicios y buenos ejemplos a que los demás empleen las cosas creadas por Dios con verdad, equidad y justicia.


8.     Haced vuestras obras y servicios absolutamente ajenas a vuestros gustos e inclinaciones, deseando solamente agradar a Dios y a prójimo.


9.     Emplead solamente lo preciso de vuestro tiempo, sentidos y potencias en los trabajos que os sean imprescindibles, para poder estar libres para hacer obras y servicios a Dios y al prójimo.


10.    Olvidad todos los honores, riquezas y placeres de este mundo que son vanos y breves, y dedicad todos vuestros servicios y obras a alcanzar y gozar de la grandeza y gloria de Dios, que es eterna.


11.    Procurad que en vuestros servicios y obras se haga siempre la voluntad del Señor y no la vuestra.


12.     Entregad vuestra vida al servicio de Dios imitando a Jesucristo en desagravio de lo poco que le ama la humanidad y lo mucho que le ofende.


13.    Obrad y servid fiel y confiadamente al Señor y recibiréis el deseo de amar y las fuerzas necesarias para poder ayudar a los demás.


14.    Sabed que la perfección no la alcanzaréis solamente con la oración en recogimiento, sino también por obrar y servir cada día más por amor a Dios y al prójimo.


15.    Sabed que todo tiempo es buen tiempo de sementera y toda persona es fértil terreno para sembrar amor, pero solamente las que trabajéis con esperanza entera en vuestras obras lograréis que germinen y produzcan abundantes cosechas de amor en el alma de los demás.


16.     Sabed que la práctica de la pobreza y la humildad os enseñará a renunciar a las cosas del mundo y a vosotras mismas y a ir más allá del mundo para lograr alcanzar a renunciar a la propia renuncia.


17.     Rogad y haced buenas obras para librar de penas a las almas del purgatorio, pues no pierde quien así lo hace, antes gana en el mérito de ofrecer, ya que ninguno de este mundo puede decir, aunque sea muy favorecido de Dios, que está seguro de no ir al purgatorio, pues siempre hay en todas nosotras contingencias. Estas obras os las agradecerán las almas del purgatorio y cuando pasen a la Gloria, a gozar de la presencia de Dios, intercederán por vosotras para favoreceros.


18.     Haced que el amor, la verdad, la equidad y la justicia sean en todo y para todo los cuatro pilares sobre los cuales apoyaréis todas vuestras obras y servicios a favor de la paz entre los pueblos.


19.    Haced vuestras obras no por hacerlas por rutina, sino considerando que cuantas obras hagáis como penitentes virtuosas os darán mucho fruto si sabéis dirigirlas a Dios. Qué coméis sino sopas de hierbas y pan negro. Agua caliente y escasa es vuestra bebida. Qué es vuestra cama sino una corcha con dos andrajos. Qué es vuestra ropa sino un cilicio. Vuestra ocupación es un trabajo continuo de amor y servicio a los demás y un sobresalto sin pausa, pendiente de tentaciones y de ver si llega el enemigo que con sus caballos y armas tenéis a las puertas de vuestra casa todos los días. Seguid así en vuestra vida de perfección y alcanzaréis la unión con Dios.


20.    Cultivad vuestras almas imitando lo que hacen vuestros labradores con la tierra, que primero la rozan y queman la fusca, luego le dan tempero y finalmente siembran los cereales. Vosotras sembrad obras virtuosas y buenos ejemplos y cosecharéis amor y santidad.


21.    Recordad que no sólo hay que servir a los que se quiere, sino que lo verdaderamente virtuoso es querer a lo que se sirve.

ORACIÓN

¡Oh, Señor mío! Cuanto más te amo, más sufro sentimientos amargos porque más comprendo que no te amo todo lo que Tú mereces.


¡Oh, Jesús mío! Muera yo toda en mí para vivir solo en Ti. Viva yo para llorar Tu muerte toda la vida. Padezca mi alma y gima mi carne junto a la tuya que está rota de martirios, tormentos y afrentas.

 


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